Arica es indicada como una ciudad perfecta para ser habitada por la tercera edad, ya sea por su clima y tranquilidad o simplemente por ser aún, una de las ciudades más económicas del país. En nuestra ciudad día a día y en diversos puntos, se realizan encuentros comunitarios, que reúnen a mujeres, hombres y niños en torno al clásico juego del bingo. Una actividad que sirve de sustento para algunas familias y en muchos casos es señalado como la entretención de la tercera edad, una terapia cuando los años y la soledad se hacen presentes en la vida sin mediar.

Dos de las juntas vecinales que dan sede a estos verdaderos certámenes de entretención son: la junta vecinal Nº 21 Arturo Prat , ubicada en Avda. Santa María con Juan Antonio Ríos y la otra, no menor en tamaño y asistencia, en avenida Azola o conocida por las bingueras como “el puente Azola ”, ubicada al costado de un puente.

Al llegar a estos lugares es fácil percibir el ambiente de relajo y entretención de quienes asisten, muchas son mujeres que a diario se esfuerzan por mantener la casa y porque no decir “al viejo” (esposo) que aporta menos cada día en el hogar, con esto ven su momento de distensión en los bingos, olvidando toda pena y amargura que el día trajese consigo.

Entre estas “encantadoras” mujeres nos encontramos con “la Claudia Schiffer” – señalada así por sus amigas, quien en realidad es Patricia Arce, organizadora de bingos de la población Juan Noé en sus inicios, hasta hoy realizadora junto a un grupo en “El puente Azola”. Ella nos habló de la importancia de crear esto como una red comunitaria de apoyo: “nos hacemos amigas, conversamos, acá celebramos el día del padre, de la madre, juntamos cuotas y hacemos fiestas a fin de año. Es como una familia, además somos solidarias, cuando hay gente que tiene problema nosotros cooperamos; hace poco ocurrió el incendio de Cerro Chuño III (calles San Fernando con Las Tacas / jueves 15 de mayo) y nosotras mandamos varias cajas con mercadería que la misma gente nos trajo”

Hilda Parra (76) nos confesó que lleva más de 15 años participando en los bingos, además nos señala la importancia de esta actividad: “Es bonito porque en primer lugar nos sirve de terapia, para las personas mayores, como estamos solas, lo que esperamos es encontrarnos con otras señoras y nos sentimos muy contentas cuando ganamos mercaderías ahora que está todo tan caro es una gran ayuda”

Elva Hurtado nos cuenta que hace tres años asiste y que es una entretención muy buena, "al juntarnos hacemos amistades y nos contamos las penas", señala. Ella es viuda y dice que recibe el apoyo de su familia para asistir a los bingos: “Yo soy adulto mayor, vivo con mis hijos, cuido mis nietos cuando mi hija trabaja. Entonces es una forma de distraerme, que mis hijos están conformes. Ellos me preguntan ¿mamita vas a ir a los bingos? Ah, le digo yo, no tengo plata y ellos me dicen pero yo te doy anda a carretear" – risas - y finaliza con “Este es mi carrete”.

Laura Navarro Núñez más de 20 años en el oficio de “binguera”, le encanta porque se distrae, conversa, camina y le fascinan las flores. No se echa a morir y vive la vida bien. Su hija trabaja y su entretención es el bingo: “me gusta ir a los bingos, yo en la noche no salgo; lo que pasa es que mi vecina y otra señora me trae y me lleva en el auto, yo vivo en el centro y soy muy feliz al venir a los bingos”.

Ésta es una muestra clara de la red social que quizás, y sin saber se está creando en beneficio de los olvidados jóvenes de ayer, sin espacios habilitados para la entretención. que reflejan en cada palabra y sonrisa la simpleza de poder vivir y ser feliz, después de toda una vida.

Nota realizada para diario electrónico el morrocotudo
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