Después de tres años residiendo en México, Jorge González se presentó en Arica. Conversamos con ex líder de los Prisioneros sobre Víctor Jara, El Mercurio y su visión de la Educación en Chile.

Pero González siempre fue el tipo mirado desde el ojo de la puerta del lado, para ver qué hacía o qué decía, persistentemente invocado como el personaje: agresivo, violento y poco amigable con la prensa –capitalina se entienda bien-, un concepto erróneo cuando se quiere saber qué piensa él, de ese Chile que tanto recuerda y de aquel invierno único que le encanta pasar en casa de sus padres.

¿Qué sientes cuando te llaman el icono de los ochentas?

“Me siento como Madonna” -risas-

¿Virgen o carreteado?

“Como Madonna” -risas-

-Cuándo se habla en Chile de Jorge González, siempre se piensa en un tipo polémico, hablan cosas, como lo expresado por Pedro Lemebel y varias notas de prensa erróneas (“Destacado” Rodrigo Guendelman), que no representan al Jorge que nosotros conocemos...

“No pienso mucho en eso en verdad, porque mi vida es más bien de hacer música y de estar con mi familia o tocar en vivo y en muchísimos más lugares, que aquellos lugares en que se tiene esa visión de mi persona que tú dices. A mí me importa mucho más la visión que tiene la gente que me conoce en persona que la que pueda aparecer en un periódico como “El Mercurio”, que si lo pensamos bien fue el periódico que llamó a hacer el Golpe Militar y que hizo que Víctor Jara muriera.

Si me tuvieran buena, ahí estaría nervioso, claro”. –risas-

El círculo vicioso de la educación

¿Cuál es tu visión ahora que estás fuera del país y me refiero específicamente a la nueva Ley de Educación que reemplaza a la antigua LOCE?

“La verdad, hace rato que tendría que haber sucedido un ajuste no solo en la educación, sino que en varias cosas que antes en Chile se daban por garantizadas. A veces los amigos acá no pueden creer que en México la educación universitaria es gratis y que la gente puede allá resaltar por sus méritos, y no porque tiene dinero para pagar los estudios. Inclusive la cosa se ha vuelto tan extrema en Chile, que si el padre de alguien hace un esfuerzo para pagarle los estudios; al final si no tiene un tío que posea una empresa en que darle la pega tampoco la va a encontrar. Creo que ese retroceso rápido que sufrió nuestra patria hasta la edad media, está explotando ahora y es una pena que los cabros chicos tengan que salir a reclamar, pero la verdad es que los papás de ellos no pueden salir a reclamar porque tienen demasiadas deudas que pagar y no pueden perder el trabajo”.

Para finalizar la entrevista, un “ping pong” con Jorge González, el juego -que dudoso accedió a jugar- de preguntas y respuestas rápidas